El Valle  
Mundo  
Cultura  
Política  
La Asociación  
La Entrevista  
Tecnología  
Inicio  

Escríbe tus comentarios sugerencias y opiniones.
Llena el formulario.
Clic aquí para entrar.
 
PRESENTACION DE LA ASOCIACION
(formato power point)
¿Cuáles son los objetivos de la Asociación, cuáles frentes de desarrollo la conforman?
Descargar 250Kb.

La caleña Leyla Ponce es la jefe de prensa de Planeación Nacional. Maneja una prosa delicada, fina y alada que aprovechó para dejarnos un pedazo de su vida, de sus vicisitudes por Bogotá, de sus recuerdos. Autosemblanza urbana:

La mirada de leyla ponce de leon, a 2600 metros mas cerca de las estrellas

Hace 14 años salí de Cali para venir a aventurar a Bogotá, esa ciudad monumental, caótica y ' atortolante ', a la que pocas veces visité en el pasado y que seguía casi a diario por los noticieros de televisión. En ese entonces, septiembre del 93, la capital continuaba siendo destino obligado de quienes querían progreso y prestigio, y tristemente, se iba a pique hacia el fondo de una profunda crisis . La crisis de la gran ciudad, generosa, desbordada, abundante e incontrolable.

Recién 'desempacada' una avalancha de impresiones me sacudió como un resoplido de aire hirviendo contra la cara : los carros se apeñuscaban en interminables filas y se movían como si fueran chocones ; las distancias se triplicaron. L a Caracas -definitivamente- no era lo que hoy es; las basuras resultaban el más obvio de los ornamentos, y la multitud capitalina se peleaba el asfalto, con paso frenético y mirada prevenida.

 A los pocos días, estrenando cargo en el noticiero QAP, me pregunté un poco desconcertada si en Cali íbamos muy lento o aquí iban a mil, si algún día podría ver el cielo completo o si los edificios de ladrillo limpio dejarían de competir con los pobres urapanes . A las pocas semanas me resultó lejano el concepto de civismo, la sonrisa a flor de piel se fue desdibujando, se volvió imposible la pausa en el día, y se tornó cada vez más frío el calorcito con el que llegué.

 Con mirada más frívola me pregunté dónde estaban las telas floridas o con arabescos, los tonos veraniegos, las baletas sin medias y las melenas largas y al natural. A cambio, el negro imponía su elegancia, las medias lucían como artículo de lujo infaltable en la fría ciudad. ¿El pelo ? Liso, preferiblemente por encima del hombro, para lucir más chic. ¡Ah!... la corbata era para los hombres, sin importar su estatus u origen, lo que las medias para las mujeres.

 La palabra señor o señora aquí era reemplazada por el rimbombante título de doctor o doctora, en cualquier dependencia, hasta en las calles o establecimientos de la ciudad. De repente, con el pasar de las semanas, extrañé como quien cae en cuenta en una fracción de segundo, los característicos sonidos de mi Cali natal: el del afilador de cuchillos, el pregón de la mazamorrera, del repuestero de olla presión y del vendedor de País, los chirridos de las chicharras y ¡claro!!! la Salsa ...

Eché de menos el paso lánguido de las negras con sus platones llenos de mango viche o chontaduro sobre sus cabezas, el pandebono , el champús y la fresca brisa de las 5 de la tarde en pleno CAM, única, según hemos concluido con otros coterráneos que viven lejos.

Un año duró la transición. Ya lo malo se tornaba cada vez menos malo. No había pandebono pero si almojábanas, no había champús pero si masato sabanero, a falta de sancocho de Ginebra bueno era el ajiaco.

  Ahh ... Cómo rendía el trabajo , aquí si saben lo que es trabajar , trabajar y trabajar ... ¿Siesta? Qué oso. La jornada de 8 horas se extendió a 12 o 13 horas. "¿Has visto cómo tiene Leyla la piel de linda?", exclamaba mi mamá cada que nos veíamos, claro, es que aquí no hace bochorno y por eso la piel no luce brillante a toda hora. Y el blower ...cómo dura esa vaina aquí en Bogotá, ya no asoma ni medio crespo. La ropa que bueno que sea negra, no ven que sale con todo. El clima se me fue antojando como una fresca primavera, y en diciembre qué cielo tan azul, un espectáculo.

Tras la crisis llegaron a Bogotá nuevos gobernantes y con ellos el desarrollo urbano, la planificación, la cultura ciudadana, los transmilenio , las megabibliotecas . Bogotá se convirtió en ejemplo y ciudad modelo en América Latina. La movida cultural, la diversidad gastronómica, el cine, el encanto de los pueblos de sabana, el progreso profesional, entre otras, resultan razones de peso para sentirse orgulloso de vivir en esta gran ciudad.

 Tengo que confesar, sin embargo, que aunque Cali después del primer año en Bogotá se me hizo más lejana, con el pasar de los años - especialmente estos últimos - la he vuelto a extrañar como desde el primer día que en que la dejé.

 Sus olores, sabores, colores, su gente y los seres queridos ... Son razones de mucho peso para añorar y recordar que somos caleños, a mucho honor ...

 No hay felicidad completa , dicen las mamás. A pesar de saber que en Bogotá estamos 2600 metros más cerca de las estrellas , Cali es Cali , lo demás ... Ustedes ya saben ...

OTROS ARTÍCULOS

 

 

 


Powered by

CREATIS TECH S.A.

Copyright 2003
Cali - Colombia